Cuando creía que lo había visto todo, y que nada podía estremecerme, llega este film y me atraviesa el corazón. Es una de las películas mas duras que he visto en mi vida. Es una patada en el estomago, un puñetazo en el costado, una punzada en el corazón, en nuestros corazones insensibles que hacen la vista gorda ante los tremendos problemas que hay en el mundo, ante la realidad más dramática que nadie puede vivir.
En un pueblo del Kurdistán iraquí, en la frontera entre Irán y Turquía, sus habitantes buscan una antena parabólica para informarse del inminente ataque americano sobre Irak, para el que faltan unos días. Los niños allí, malviven como pueden recogiendo minas antipersona, para venderlas, mutilando sus cuerpos y sus almas. La película cuenta con actores no profesionales, los niños que aparecen son reales, y aunque algunas de sus historias sean ficción, seguramente podrían formar parte de su triste destino.
Las tortugas también vuelan, es un film necesario, todo el mundo lo tiene que ver, para salir de las burbujas en las que vivimos, en las que todo lo tenemos. Esta película es crudeza en estado puro, es una dosis de trágico realismo, es sensibilidad, es desgarradora, hace que te sientas incómodo contigo mismo, que te sientas culpable por vivir la vida que te ha tocado, hace que se te revuelvan las entrañas pensando en que cuando acabe la película seguirás sin hacer nada, con tu rutina habitual, como si lo que hubieras visto fuera una película más. Pero no. No es una más. Es desoladora, es escalofriante, es el horror elevado al cubo. Y lo peor es que es real.
Hay secuencias en las que mi corazón dio un vuelco. Momentos en los que me pareció que dejaba de palpitar.
Con esta película, la tristeza inunda tu ser por momentos, pero a la vez sientes rabia e impotencia. No vuelves a ser el mismo tras el visionado de este film. Porque nunca podrás olvidar las zapatillas moradas de la niña en el borde del precipicio. Nunca podrás olvidar las botas azules del niño en el fondo del manantial. Permanecerán en tu memoria para siempre.
En un pueblo del Kurdistán iraquí, en la frontera entre Irán y Turquía, sus habitantes buscan una antena parabólica para informarse del inminente ataque americano sobre Irak, para el que faltan unos días. Los niños allí, malviven como pueden recogiendo minas antipersona, para venderlas, mutilando sus cuerpos y sus almas. La película cuenta con actores no profesionales, los niños que aparecen son reales, y aunque algunas de sus historias sean ficción, seguramente podrían formar parte de su triste destino.
Las tortugas también vuelan, es un film necesario, todo el mundo lo tiene que ver, para salir de las burbujas en las que vivimos, en las que todo lo tenemos. Esta película es crudeza en estado puro, es una dosis de trágico realismo, es sensibilidad, es desgarradora, hace que te sientas incómodo contigo mismo, que te sientas culpable por vivir la vida que te ha tocado, hace que se te revuelvan las entrañas pensando en que cuando acabe la película seguirás sin hacer nada, con tu rutina habitual, como si lo que hubieras visto fuera una película más. Pero no. No es una más. Es desoladora, es escalofriante, es el horror elevado al cubo. Y lo peor es que es real.
Hay secuencias en las que mi corazón dio un vuelco. Momentos en los que me pareció que dejaba de palpitar.
Con esta película, la tristeza inunda tu ser por momentos, pero a la vez sientes rabia e impotencia. No vuelves a ser el mismo tras el visionado de este film. Porque nunca podrás olvidar las zapatillas moradas de la niña en el borde del precipicio. Nunca podrás olvidar las botas azules del niño en el fondo del manantial. Permanecerán en tu memoria para siempre.
3 comentarios:
Yopopolin claro q me puedes enlazar, mmmm con ese nick no serás de la Pola del Gordón no?
nube, pues no, no seoy de la Pola de Gordon... soy de Leon capital. de hecho no conozco a nadie por Pola...
No había oído hablar de esta peli hasta ayer... y de repente me la encuentro en tu blog! Yo alucino!
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