26 de septiembre de 2012

¿Dónde vamos a llegar?

Ayer fue el 25S, el día de la toma símbolica del congreso. Las cargas policiales enseguida se iniciaron indiscriminadamente, por mucho que el gobierno se empeñe en intentar manipular y actuar como si Internet no existiese. Los cuatro idiotas de siempre la intentaron liar, pero viendo videos por la red también se puede comprobar como muchos agentes fueron los primeros en provocar, para que las cargas fueran justificadas. No hay más que leer el 'Leña y punto', que soltaba ayer en Twitter un indeseable del sindicato de policías. Lo peor de todo es la actuación en contra de viandantes y usuarios de los transportes públicos. Uno de los videos que me ha puesto los pelos de punta es la toma de la estación de Atocha por parte de la policía. Estremecedor. Si no fuera porque hablan en castellano diría que este no es mi país. Ahora estamos en el punto en el que si alguien le pide la identificación a un polícia, éste contesta: 'Otra cosa te voy a dar'. La pregunta es, ¿dónde vamos a llegar?


24 de septiembre de 2012

Concentración

¡Eso es lo que necesito! Concentrarme. Porque es infernal trabajar durante un rato, y que una vez pasado el tiempo te des cuenta de que no has conseguido ningún resultado. Desesperanzador. Todo motivado por el más absoluto desarraigo, es decir, porque tengo cosas más interesantes en las que pensar. No, en serio, empiezo a preocuparme por mi actual estado mental, que no me permite rendir bien como escritor reputado. Espero que este estado de desánimo con la pluma no se traslade al blog, porque lo he retomado con ganas. 

Lo que mejor me funciona últimamente para conseguir un ritmo estable y una cadencia adecuada, es ponerme una música animada. Me ha dado por el último disco de The Killers, que aunque he de reconocer que no es Read my mind, ni Somebody told me, y mucho menos Mr. Brightside, alguna canción sí me gusta. Concretamente el single es el que más me sube los ánimos, así que os dejo con Runaways, mientras me intento contagiar de ese in crescendo que necesito para mi día a día como agua de septiembre.

17 de septiembre de 2012

¿Low cost o low seguridad?

En las últimas semanas Ryanair está presente en todos los informativos y periódicos nacionales. Hace unos días una despresurización causaba el pánico entre los sufridos pasajeros que viajaban a Canarias. Después un fallo técnico hizo saltar las alarmas en otro de los vuelos que operaban en España. Y este mismo fin de semana nos desayunábamos el sábado con un aterrizaje de emergencia en Barcelona, y merendábamos el domingo con otro de similares caracterísicas en Barajas. Vaya, pareciera que a los aviones de la compañía low cost líder del mercado se le hubieran estropeado todos los aviones de repente. ¿No es todo esto muy extraño?

No seré yo quien defienda a Ryanair, porque jamás lo he hecho. He sido el primero en quejarme de su trato y de sus abusivos pagos adicionales, aunque también he de decir que los viajes que he realizado con ellos han sido sin incidentes. Ahora bien, a mi todo esto me huele un poco a chamusquina. En cada noticia negativa que sale de la aerolínea se pueden leer cientos de comentarios de gente asustada que afirma no volver a volar jamás con ellos, lógico y normal. Parece que está calando el mensaje, y es que el miedo es irracional. Pero, sinceramente, no me cuadra tanta noticia de Ryanair justo ahora, aunque no digo que los incidentes numerosos de las últimas semanas sean mentira, sino justamente lo contrario. Lo que digo es que todas las compañías grandes tienen algún incidente, accidente o aterrizaje de emergiencia cada mes. Digo, que Ryanair los ha tenido en otras múltiples ocasiones, y nunca han salido en las noticias. Digo, que verdaderamente estos incidentes no son noticia, porque ocurren todos los días en todo el mundo. La pregunta es, ¿por qué solo salen los de Ryanair? ¿Por qué ahora? Tal vez porque es la líder del low cost y se está llevando de calle el mercado. Tal vez porque en Iberia hay muchos intereses nacionales y políticos. O también porque las cosas no están yendo muy bien para su filial low cost recién nacida, Iberia Express. 

Todo esto son elucubraciones y teorías de la conspiración que seguramente están muy lejos de ser verdad. Lo que está claro es que no es normal que precisamente ahora se hagan eco de estos incidentes, solamente en una compañía aérea, y luego, cuando se estrella un avión en Pakistán y no nos toca de cerca, los informativos únicamente lo resaltan en titulares. Además, es muy fácil intentar abrir los ojos y darse cuenta de que hay más intereses de por medio que la mera información, tan sólo consultando la web The aviation Herald. Se trata de una página en la que se actualizan a diario todos los accidentes, colisiones, incidencias de vuelo o noticias sobre todas las aerolíneas del mundo. Por supuesto, aparecen las de Ryanair de los últimos días, es cierto, así como otras cientos de ellas, incluyendo problemas de Vueling o Iberia. De hecho, nunca supimos de un accidente de Vueling en Berlín a finales de agosto. Tampoco de los problemas hidráulicos que derivaron en un aterrizaje de emergencia en Pisa a mediados de julio. Pero peor es lo de Iberia Express, que recién estrenada ya acumula un par de problemas técnicos en junio y este mismo septiembre, y que teniendo en cuenta las pocas operaciones que realiza, es un porcentaje mucho mayor al de Ryanair. Además, a lo largo del verano Iberia también ha sufrido varios problemas eléctricos e hidráulicos en pleno vuelo, pero todo esto jamás ha salido en los medios. La pregunta es... ¿Por qué?

En definitiva, Ryanair, a la que yo cariñosamente a veces llamo Ratanair porque cualquier día nos cobrará por respirar, tiene unos servicios pésimos, y obviamente ha cosechado algunos incidentes en los últimos meses. A pesar de ello, creo que hay intereses ocultos en agrandar incidencias habituales de los vuelos para vaya usted a saber qué fin. Que cada uno saque sus propias conclusiones.

15 de septiembre de 2012

Nostalgia

Tras mi anunciado regreso, vengo a confirmar que esta vez no iba de farol. Por fin estoy aquí. Metido de lleno en este blog que tanto he echado de menos, con la intención de hablarle al mundo. Esa es la principal diferencia con las anteriores intentonas, la ilusión. Vuelvo con pocas novedades que contar, pero con muchas ganas de escibrir, aunque sea sobre la más absoluta nada o sobre mi vecino suicida, todo se andará.

Han sido varios meses de retiro estival en los que me he olvidado por completo de que tenía un blog. ¿Qué era eso de Yopopolin?, me pregunté hace unas semanas... ¡Coño! Mi otro yo olvidado y arrinconado en un lugar de la red al que no le he dado vida desde ni se sabe. Desde entonces una palabra ha definido mi estado de ánimo. Nostalgia. Sí, Yopo estaba nostágico, el muy... y a mi no me dejaba hacer nada, pensando a cada rato lo bien que me vendría escribir de nuevo mis propias ideas, hablar sobre las trivialidades de la vida, o aventurarme de nuevo a crear en el sentido más literario de la palabra.

Nostalgia. Dícese de la tristeza melancólica originada por el recuerdo de una dicha perdida. Y mi dicha era el blog. Me costó reconocerlo, lo echaba de menos, lo había perdido. El diccionaio también dice que la nostalgia es la pena de verse ausente de la patria o de los deudos o amigos. Por supuesto no puede estar más acertada Doña RAE. Mi patria es la blogosfera y, aunque vengan pajaritos a sugerirme que hay principados mejores, siempre lo será. 

Y sí, también echaba de menos a los amigos. A esos sufridores lectores que me seguían en las duras y en las maduras, una frase que jamás habréis oído... Me preguntaba que sería de mi Luna turca, si Ayla seguiría tan dulce como siempre, o si Danygirl se habría cambiado el nombre de nuevo. Extrañaba las canciones de Aprilis, la X de X, las recomendaciones cinéfilas de Anna K y las conversaciones con Ardid o Pio. Deseaba saber qué sería de Claire, Rebeca y Alas, o si Marisela y Yandros ya habían dado la vuelta al mundo. Me acordaba de Nebulina y Anna cuando hablaba con mis amigos MIR, y de El extraño desconocido cada vez que veía un elefante. Quería partirme de risa con las cosas de Sandra y reflexionar con los escritos de Caótica y Ailën. Otra vez.

Estaba claro, tenía que volver.

10 de septiembre de 2012

Vuelta al cole

No, no empiezo una nueva carrera, ni me he he convertido en profesor, pero no hay mejor día que el de hoy para comenzar un nuevo curso. Sirvan estas líneas como firme propósito de volver al blog, de regresar a este pequeño rincón de mi vida que ha estado acumulando polvo durante los últimos meses. Ahora sí, es el momento de volver a escribir. 

Y así podría terminar esta entrada perfectamente, pero os diré más. Pronto tendréis noticias mías. 
Aquí, donde siempre. En esta que es vuestra casa. :)