Mal asunto. Cuando los dedos de los pies encogen, la muerte acecha. Esa es la lección para la vida (bueno, una de ellas) que se puede extraer de The Savages, la película que vi este fin de semana, aquí en España traducida como La familia Savages, (¿una mala traducción? ¿No sería La familia Savage?)
Es la primera vez en mi vida que la fortuna me lleva al cine, hablando en plata, la primera vez que voy a ver una película porque lo dice una moneda, de 1€ concretamente. Así que echar a suertes lo de qué peli ver en el cine, no salió mal del todo, pues era ésta o Algo pasa en las Vegas. Creo que el destino me llevó a la sala correcta.
Es una de esas películas que duele verlas, que dice verdades molestas, pero verdades como puños; verdades que todos sabemos ya, pero que incordian. La vejez es dura, sí, pero no nos gusta que nos lo recuerden. Y esta película llega para eso, para hacer reflexionar sobre una época de la vida que, con un poco de suerte, también nos llegará.
Resulta que dos hermanos, Wendy (Laura Linney) y Jon (Philip Seymour Hoffman), tras vivir años separados, se ven obligados a convivir de nuevo para cuidar de su padre enfermo, Lenny Savage, con el que no se hablan desde hace veinte años. Y como podréis sospechar, es un drama en toda regla, no podía ser de otro modo. Los dos hermanos, casi desconocidos, tienen que pelear con un padre senil, y al que, según Jon, están cuidando mejor de lo que él hizo con ellos (nota mental: el padre le maltrataba) Entonces ¿cómo no va a ser ésto un drama?
De todos modos el film tiene momentos cómicos muy singulares, humor ácido que aparece como un rayo de sol que viene a iluminar tanta oscuridad en el preciso momento en el que se ve todo negro.
A los dos hermanos no les queda otra que ir viendo como el padre muere paulatinamente, aunque él, siempre que se le pregunta: “¿Cómo estás?” responde: “no estoy mal”, gran frase para el recuerdo.
Pero aún les queda tiempo, porque a su padre no se le han encogido aún los dedos de los pies. Parece comprobada la teoría de que cuando está próxima la hora de tu muerte, los dedos de los pies se te encogen, como si escaparan los últimos soplos de vida…
Pero los dedos de los pies de Lenny, el padre en cuestión, finalmente se encogieron, y ya os podéis imaginar lo que ocurrió horas después.
Definitivamente es una buena película. Un drama, sí, pero una lección para la vida. Grandes interpretaciones (sobre todo Laura Linney, que cada díame gusta más…) Un film que no aspira a otra cosa que no sea contar una historia, relatar una porción de vida, de tres vidas. No es para un 10, pero bajo mi punto de vista, si que llega a un notable. Pues eso, que le doy un 7.
Es la primera vez en mi vida que la fortuna me lleva al cine, hablando en plata, la primera vez que voy a ver una película porque lo dice una moneda, de 1€ concretamente. Así que echar a suertes lo de qué peli ver en el cine, no salió mal del todo, pues era ésta o Algo pasa en las Vegas. Creo que el destino me llevó a la sala correcta.
Es una de esas películas que duele verlas, que dice verdades molestas, pero verdades como puños; verdades que todos sabemos ya, pero que incordian. La vejez es dura, sí, pero no nos gusta que nos lo recuerden. Y esta película llega para eso, para hacer reflexionar sobre una época de la vida que, con un poco de suerte, también nos llegará.
Resulta que dos hermanos, Wendy (Laura Linney) y Jon (Philip Seymour Hoffman), tras vivir años separados, se ven obligados a convivir de nuevo para cuidar de su padre enfermo, Lenny Savage, con el que no se hablan desde hace veinte años. Y como podréis sospechar, es un drama en toda regla, no podía ser de otro modo. Los dos hermanos, casi desconocidos, tienen que pelear con un padre senil, y al que, según Jon, están cuidando mejor de lo que él hizo con ellos (nota mental: el padre le maltrataba) Entonces ¿cómo no va a ser ésto un drama?
De todos modos el film tiene momentos cómicos muy singulares, humor ácido que aparece como un rayo de sol que viene a iluminar tanta oscuridad en el preciso momento en el que se ve todo negro.
A los dos hermanos no les queda otra que ir viendo como el padre muere paulatinamente, aunque él, siempre que se le pregunta: “¿Cómo estás?” responde: “no estoy mal”, gran frase para el recuerdo.
Pero aún les queda tiempo, porque a su padre no se le han encogido aún los dedos de los pies. Parece comprobada la teoría de que cuando está próxima la hora de tu muerte, los dedos de los pies se te encogen, como si escaparan los últimos soplos de vida…
Pero los dedos de los pies de Lenny, el padre en cuestión, finalmente se encogieron, y ya os podéis imaginar lo que ocurrió horas después.
Definitivamente es una buena película. Un drama, sí, pero una lección para la vida. Grandes interpretaciones (sobre todo Laura Linney, que cada díame gusta más…) Un film que no aspira a otra cosa que no sea contar una historia, relatar una porción de vida, de tres vidas. No es para un 10, pero bajo mi punto de vista, si que llega a un notable. Pues eso, que le doy un 7.
2 comentarios:
Totalmente de acuerdo en todo!
Es una peli mogollón de dura, y k si no estas en un buen momento no deberias verla, pero vamos, dice toda la puta verdad de la vida.
La vejez es algo por lado bueno, xk has llegado, pero por otro, entre unas enfermedades y otras buff es mu dura... yo cuando me vea con mil y mas años no se k sera de mi cuando no sea capaz de hacer nada por mi cuenta y demas cosas k todos sabemos...
La muerte...puff sin comentarios...todos sabemos k nos vamos a morir, pero cuando te paras a pensar detenidamente k todo esto se acaba...te hundes, y lo peor de todo es k se muera alguien muy querido por ti, no volveras a ver a esa persona nunca...
Para mi la balanza de la felicidad y la tristeza de esta vida tira mas para el lado de la tristeza...
la felicidad dura un instante, la tristeza muxo mas...
Besos enano!
Es una vergüenza que te lo hayas jugado a una moneda con... eso. ¿Algo pasa en Las Vegas? ¡Por favor! ¿No había nada peor? xD
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