Igual es un poco fuerte titular así esta entrada… pero me sale del fondo del alma, porque verdaderamente en algunas ocasiones lo son, y mucho, llegando a extremos difíciles de superar por Yolas Berrocales, Tamaras y Ámbares diversas, y toda clase de freaks televisivos que rondan por ahí…
Os pongo en antecedentes.
El miércoles 30 de enero me examiné de Meteorología, y el examen no era moco de pavo, se pasaron un par de pueblos, (o tres) pero bueno…
Fueron más de tres horas de examen, pero espero que merezca la pena, y poder aprobar, porque aunque arriesgué demasiado respondiendo a las preguntas de test al “pito pito gorgorito”, si tengo un poco de suerte y las acierto, pues aprobaré. Más les vale…
Pues a lo que iba. Los meteorólogos son demasiado freaks, o castellanizándolo frikis, que suena mucho mejor. Esa es la conclusión a la que he llegado tras un cuatrimestre intenso entre temperaturas virtuales y potenciales (sí, la potencial mayor siempre!!), entre isóbaras e isohipsas varias, toda clase de procesos de colisión y coalescencia, y mapas sinópticos tamaño A3, que te dejas ahí los ojos para hacerlo!
Pero la mejor evidencia de todo esto, de la “frikeza” de los meteorólogos, es una frase que me llegó al corazón una triste mañana de invierno. Mi profesora al entrar en clase dijo: “¿os habéis fijado que niebla radiactiva tan maravillosa hay hoy?” A lo que yo podía haber respondido: “Si hombre claro, fue lo primero que pensé al levantarme y mirar por la ventana, en lugar de maldecir mi mala suerte por tener meteorología a las 9 de la mañana!!”
Pero ¿qué se puede esperar de gente que va por la calle disfrutando de nieblas radiactivas? Lo único que se puede imaginar es que sueñen con bajas dinámicas y anticiclones cálidos… No me negaréis que todo esto es muy friki… y me reitero en ello.
Lo peor es que quizás algún día acabe como ellos. Iré por la calle, y en un día nublado, pensaré en los nimbostratos tan fantásticos que se están creando, en los asombrosos procesos de formación de gotas por difusión que se producen en las nubes… De hecho cuando me parezca que va a llover, yo en lugar de abrir el paraguas como haríais cualquiera de vosotros… yo me detendré, miraré al cielo y pensaré cuán maravilloso es el mundo y que extraordinarios procesos tienen lugar en la inmensa nube que hay sobre mi cabeza… reflexionaré sobre cómo en ese preciso instante están creciendo las gotitas, que poco a poco llegarán a ser mayores de 100 micras (¿¿de radio o diámetro??) y en ese momento abriré el paraguas porque las gotas serán precipitables… y no, Dios no lo quiera! pero si la corriente ascensional es muy fuerte, y las temperaturas (en alguna región de la nube) son menores de 0 grados centígrados, se formará granizo!!! Oh, nooo! Mi paraguas no servirá de nada ya, porque las nubes que se ciernen sobre mi tendrán un espesor considerable y van a dar lugar a piedras de tamaños ¡enoooormeees! que acabarán cayendo… ¡¡¡e impactarán sobre mi cabeza por pararme en medio de la calle a pensar tremendas estupideces!!!
En fin… ésto es lo que les va a pasar a algunos de estos frikis meteorólogos si siguen el mismo camino de contemplación de nieblas radiactivas, de veneración de procesos adiabáticos, y de fervor desmesurado por la dinámica atmosférica. No me dejéis acabar como ellos…
1 de febrero de 2008
Frikis meteorólogos
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
manu muy buen texto pero donde estas los crueles comentarios?????????
si se paso un huevo los de meteo con el examen yo tengo muchas dudas si aprobare,buffffffffff eso ke decian ke meteo era facil, yo cuando llegue alli y vi a tanta gente............
ale
Publicar un comentario