25 de agosto de 2008

Tras el velo...

¿Por qué? Esa es la pregunta… por qué titulo así esta entrada… Supongo que intento hacer referencia a una especie de coraza, de caparazón que quiero crear a mi alrededor… lo que no deja de ser un velo con el que cubrir mis vergüenzas, o al menos mis sentimientos…
Lo que quiero es enterrar, olvidar, arrinconar todo aquello que procuro que no vean mis ojos. Quiero correr un tupido velo, o quizás un estúpido velo, como dicen algunos… No sé si servirá de algo, pero no me queda otra que intentarlo… Lo único que deseo ahora mismo, es estar tras el velo.

Tampoco sé si podré refugiarme tras él por mucho tiempo, o si será como un carcelero que incluso me impedirá respirar… Lo único que sé, es que doy por finalizadas mis vacaciones de verano, liándome el velo a la cabeza, y dejando que todo fluya a mi alrededor. Quiero ver desde la distancia todo este tiempo que he pasado en la montaña, quiero que quede tras el velo, mi velo. Ése que sólo yo pueda destapar de vez en cuando, para recordar todo lo bueno que paso allí. Pero nada más.

En este caso, me lo guardo todo para mí, y omito cualquier comentario o aclaración que no sirven de nada. Dejadme ser egoísta por una vez.
Porque a veces no es necesario hablar, porque no hay nada que contar, y mucho menos que explicar. Las cosas son así, porque surgen así (surgir, bonito vocablo) o porque la vida te las presenta de esa manera, y como tú no puedes hacer nada para cambiarlas, lo mejor es no decir nada. Porque me he dado cuenta, de que no todo se soluciona hablando, la mayoría de las veces sí, pero otras… otras, es mejor dejar pasar el tiempo, sin que las palabras desdibujen un bello recuerdo. Mejor callar. Mejor, refugiarme tras el velo.

9 comentarios:

Kane dijo...

Te he encontrado a través de otros blogs, y me gusta lo que leo. Te pongo en mis enlaces. ^^

Yo no optaría por un velo, sino por una especie de caja de recuerdos. Pero, como dices, hay veces en los que toca ser egoísta y quedarse las cosas para uno. Una barrera entre la vida normal y tus recuerdos... no suena tan mal en estos días de vuelta al curro.

Alas dijo...

Espero que tu velo te proporcione lo que necesitas pero creo que, como tú bien dices, puede acabar por no dejarte respirar.

Bss

X dijo...

Da igual cómo lo hagas, nadie escapa de su pasado. Supongo que en realidad eso es lo bueno, aunque a saber. :S

Paula dijo...

Es fácil encerrar el dolor tras un velo, o en una caja, o tras una puerta. Creemos así que lo tendremos aislado, bloqueado, nulo o inexistente. No te engañes. Siempre estará ahí. Lo único que conseguirás es, una vez transcurra el tiempo necesario, que el dolor desaparezca y queden los recuerdos, las vivencias hermosas que te hagan esbozar una tímida sonrisa cuando vuelvas a toparte con la caja, corras el velo o traspases la puerta.
"Lo que no te mata, te hará más fuerte". Un besiño.

Yopopolin dijo...

kane! bienvenido, esta es tu casa tambien...

Como bien sabeis no es facil guardarse las cosas, quedarse tras el velo, pero ya no encuentro las palabras exactas como para tratar el tema sin hacer daño a nadie, y eso es lo ultimo que quiero...
asi que espero que me permita respirar y no me ahogue en mis propios recuerdos...

Rara Avis dijo...

Digamos que me he sentido sensiblemente atraida, mi corazón ha latido ritmicamente entre las palabras que han formado esta entrada, pues el nombre de mi casa, el nombre que le dí a mi espacio fue Tras el velo oscuro, pues tras el velo me esconderé de la realidad que odio a veces, me escondo de la cobardía que en mi vida fluye de las decisiones que no tomo por miedo...

Esconderse tras el velo emociona mi vida, refujiarme de la realidad que me rodea es para mi, en este momento, lo único que da sentido a mi, a veces, patética vida... a la miserable existencia que siento por no tener valentía...

mi beso corazón...

Ana Pedrero dijo...

Yoyopolin: a veces los velos son transparentes y dejan ver el dolor, los miedos o todo aquello que se esconda tras ellos.

Cúbrete con tu velo el tiempo que necesites. Pero no te acostumbres demasiado a él. Incluso siendo transparente, puedes llegar a sentirlo como una cárcel.

Un beso.

Jeanne dijo...

El final del verano no es fácil, es duro, supone un empezar, un volver a lo de siempre, volver a lo bueno y a lo menos bueno, volver a la rutina más estable que siempre nos da seguridad.

No se si es buena idea llevar ese velo, ni negro ni pintado, quizás unas gafas de sol serían suficientes para acostumbrar de nuevo el espíritu a lo previsible...

Animo.

Yopopolin dijo...

ayshane, el titulo a parte de que me venia de perlas, es un pequeño guiño a tu blog! ;)

Berrendita y jeanne, bienvenidas a mi blog! y gracias por vuestras palabras!!