26 de octubre de 2008

No son sólo palabras...

A veces no le damos a las palabras la importancia que tienen, esas grandes desconocidas y menospreciadas, que muchas veces se utilizan sin pensar, tan sólo por hablar. Y es ahí cuando pueden surgir problemas y malentendidos, porque decimos las cosas por decir, y no pensamos verdaderamente en lo que pueden llegar a significar.
Estas líneas van dirigidas a ti, y sólo tú las vas a entender por completo. Porque creo que muchas veces has utilizado las palabras, sin pensar en que no siempre se las lleva el viento; sin pensar en que no son sólo letras ensambladas, sin darte cuenta de lo que podían significar para mí: porque las palabras, no son sólo palabras.

Quiero empezar diciéndote que tengo la certeza de que siempre seremos amigos, sin embargo, cada vez veo más claro que la distancia que nos separa siempre estará ahí. Con esta carta, llamémosla así, no pretendo nada… sólo decirte lo que no te dije, sólo responder a tus peticiones de aclararlo todo.

Comienzo por el verano. Un verano que ha sido muy divertido, pero a la vez extraño. Nos encontramos en nuestro lugar preferido dispuestos a dar todo de nosotros, a compartirlo todo, y a pasarlo bien; y así fue en muchos momentos. Otros, como sabrás, no fueron plato de buen gusto para mí…
No me preguntes por qué, ni por qué no… pero me afecta todo lo que haces o te ocurre cuando te tengo cerca, es como una extraña maldición… Ahora sé que ya no te quiero, pero siempre estás ahí… y cuando te vuelvo a ver, cuando vuelvo a estar cada día contigo, me siento con el absurdo derecho de pensar que sigues siendo más que una amiga, y ya no es así. Sé que lo que digo puede sonar raro… pero en ese período que compartimos, es como si me dieras el ilógico permiso de tenerte, de acariciarte o incluso de tocarte el culo. Sí, disparatado pero cierto, me siento con el derecho de poder tocarte el culo, o besarte, en cualquier momento; otra cosa es que no lo haga porque soy una persona sensata y racional.

Quizás ésto esté motivado porque hace unos meses me volviste a decir que sentías algo especial por mí. Momentos en los que estabas conmigo, momentos en los que no ocurría nada especial, pero para ti sí que lo eran, o al menos, eso me llegaste a decir… Y sé que fui yo quien te lo sonsacó, pero recuerda que me lo dijiste… lo volviste a hacer; de nuevo sin pensar, que no son sólo palabras…

Volviendo al mes de agosto que dio para mucho, me acuerdo de una conversación, un tanto surrealista, entre sangría y ron, en la que te llegué a decir que yo sólo besaba a quien yo quería besar. ¿Recuerdas que respondiste? Me dijiste que lo hiciera, que besara a quien quisiera, y no me digas que no sabías perfectamente quién era… ¿Por qué lo hiciste? Hasta los que nos rodeaban nos dejaron solos al ver el cariz que estaba tomando la escena… Evidentemente yo te dije que no era el momento, y de nuevo tu me incitaste, diciendo: ¿Y cuándo va a ser el momento?
¿Por qué seguiste haciéndolo? ¿Te gustaba jugar a sentirte querida?

Espero no estar siendo demasiado duro en esta carta que tanto me está costando escribirte. Era lo que querías y yo lo estoy plasmando en estas líneas, porque fue mucho lo que quedó en el tintero, y quiero esculpirlo en letras, en palabras, que son algo más que eso.

Poco después pude comprobar que lo que me habías dicho meses atrás se volvía a olvidar. Comencé a ver que te importaba demasiado quien tú ya sabes: tu amigo, nuestro amigo… y empecé a temerme lo que ocurrió al final. Y aunque yo intentaba convencerme de que no volvería a pasar, a la vez me estaba preparando a mí mismo, para afrontar que así sucedería tarde o temprano, y yo tendría que estar ahí para poner buena cara, decir que no pasaba nada, escucharte, alabar tu sinceridad (como así hice) e intentar reaccionar como lo haría tu mejor amigo. Y así fue. Yo estuve ahí, con la mirada rota y el corazón en la mano, para intentar protegerlo de lo que le quedaba por latir. Hice todo lo que pude para que no me doliera… y aunque me afectó, al final no fue para tanto.
Otro cantar fue verte con otro, con mis propios ojos. Esta vez un desconocido, y como podrás comprender no me apetecía acompañarte, no tenía ganas de estar allí, aunque según tú, me necesitaras. Ojos que no ven corazón que no siente, o al menos, siente menos. Eso fue lo que intenté.

Pero al mismo tiempo, tu seguías haciéndome dudar. Una de cal y otra de arena. Intentaste dar cariño a todos, cosa que no me parecería mal, si uno de esos “todos” no fuera yo. Ahora es cuándo me dirás que darse mimos en plan amigos está bien, y yo no lo dudo… pero lo que no me puedes negar es que los tipos de cariño eran bien distintos. Estaba muy desorientado…
Yo ya sabía a estas alturas, que lo supuestamente especial que era para ti, se había esfumado; pero al mismo tiempo, no me tratabas como a los demás… Porque a los demás no les tomas de la mano; a los demás, no les permites que acaricien tu ombligo, que recorran tu espalda… ¿Por qué a mi sí, sino tenemos nada? ¿Por qué también me confundes sin palabras?

Y ya voy a ir terminando esta carta, una de las que más me ha costado escribir en toda mi vida, por la única razón de que es para ti. Para mi compañera de andén, aunque nunca podamos subirnos los dos al tren; nunca, tú y yo. Porque no vamos a ningún lado. Porque sabes que viajar juntos no tiene sentido, porque vamos por distintos caminos, porque no tenemos un mismo destino. Pero cuando coincidimos en la estación, me encanta estar contigo. Tan sólo ese lapso de tiempo mientras esperamos nuestros respectivos trenes… porque para mí, en esos momentos, sí eres especial…
Y como yo no lo soy para ti, o sólo lo soy a veces, te pido que me hagas un favor. Te ruego que dejes de despistarme, que dejes de comportarte como un jeroglífico o que te traduzcas para mí. Te lo suplico, no sigas cogiéndome de la mano en la penumbra, no dejes que recorra tu piel, no permitas que mis manos dibujen tu ombligo, no hagas que se entrelacen nuestros dedos, no me vuelvas a decir que te bese, porque te besaré.
Y por último, te pido que nunca, jamás, vuelvas a sugerir que sientes de nuevo algo especial por mí. Aunque sea cierto, aunque te vaya la vida en ello, aunque creas que las palabras se las lleva el viento… Porque ahora sabes que no, que son algo más que eso; ahora sabes que las palabras, no son sólo palabras.


P.D.: Te encontraré, eternamente en el andén…

12 comentarios:

Nebulina dijo...

Jo...que bonito
:****

Esther dijo...

una carta muy sincera desde tu corazón al suyo.tienes razon las palabras no son solo palabras y hay que medirlas bien por el efecto que pueden causar en el otro..Espero que no te haga sufrir con palabras ni ella ni nadie, no te lo mereces..

besos

Paula dijo...

Las palabras no son sólo palabras...son sentimientos, son expresiones, son dolor, esperanza, ilusión, sueños... son la materialización que deseamos escuchar en los labios de la persona amada, es la justificación de las miradas furtivas, los suspiros que se escapan...
No te falta ni te sobra ni una coma. Más claro: agua. Has conseguido que me estremeciese. Yo, sin tener nada que ver con todo esto, he entendido tu mensaje. Espero que su destinataria también se dé por aludida.
Y no desesperes: todo lo malo tiene su justificación. Vendrán tiempos mejores que alivien tu corazón. Un besazo.

Yopopolin dijo...

la verdad es que os agradezco las palabras, las vuestras, xD. Porque ya solo por el hecho de haber llegado al final de la carta, os mereceis un premio... me ha salido un pelin mas larga de lo que deberia, pero bueno... habia muchas cosas que decir...

gracias! bss!

X dijo...

Hay muchas cosas que no he entendido, Yopo. Si tú lo tenías tan claro, ¿por qué no entraste a matar? ¿Por qué recorrer su espalda, acariciar su ombligo, saber que puedes tocarle el culo (aunque no lo hagas porque eres una persona sensata xD) y luego... no besarla? ¿Cuándo iba a ser el momento?

Las palabras son más que palabras pero, los sentimientos, si no se hace nada con ellos, son bastante menos.

Alas dijo...

Es duro y precioso, bien escrito. Refleja una y otra vez la paradoja de la mente humana y del corazón humano que "ni contigo ni sin ti tienen mis males remedio"

Besotes

Yopopolin dijo...

X, ¿claras las cosas yo? jeje. Tengo claras algunas, pero otras... otras no. Y no, no queria que volviera a pasar nada de lo que luego me arrepintiese... mas que nada porque hay una solida amistad... y ya se sabe como son estas cosas, no quiero perderla como amiga. Y ademas, porque sigo sin entender que es lo que ella quiere o deja de querer...

alas, duro? puede ser, pero tienes toda la razon en que refleja eso de ni contigo ni sin ti... nunca estamos totalmente de acuerdo con nada...

Olivia dijo...

A mi me pasa lo mismo cuando me reencuentro con personas con las que he estado, me siento con el derecho de darles un beso en la boca o agarrarle de la mano (pero yo tampoco lo hago porque tambien soy racional jajaja). Creo que se crea un sentimiento de propiedad del que jamás logramos desprendernos.

Yo estoy en una situación similar, aunque con algunos matices diferentes, y he llegado a la conclusión de que no puedo dejar que el "susodicho" juegue con mis sentimientos de esa manera, dandome pedacitos de el cuando le conviene y dejandome sin nada cuando no.

Aun asi sigo cayendo igual...asi que no te lo tomes como consejo xD

Un beso

X dijo...

Entonces os habéis juntado el hambre con las ganas de comer. xD

Yopopolin dijo...

jajajaja, en fin.... no coments! xD

Kane dijo...

Buah, es horrible ser una persona sensata y razonable. Si es que somos demasiado buenos, y luego mira cómo lo pasamos.

¡Que jueguen contigo es algo tan injusto! Es una carta preciosa, de esas que llega un momento en que sencillamente necesitas expresar muchas cosas para dejar claras otras tantas.

Y en fin, básicamente es que no se puede tontear sin querer nada serio, menos con alguien con quien te une una relación como la vuestra y con los antecedentes que habéis tenido. Es injusto y cruel.

Yopopolin dijo...

Bueno, he de deciros que la carta llego a su destinataria, y parece que las cosas han quedado igual de bien que estaban antes. Me alegra saberlo. Asi que sin novedades... todo seguira como hasta ahora, porque como bien digo es inutil subirse al tren, porque sabemos que no vamos a ningun lado...

Las cosas han sido como os he explicado, pero hay cientos de matices, miles de detalles, que evidentemente quedan entre ella y yo, y que me hacen estar seguro al 100% que no quiso hacerme daño, os lo aseguro.

gracias a todos por vuestras palabras!!