14 de diciembre de 2011

Hasta siempre al Niemeyer


Hace unos días pude escaparme a Avilés, en Asturias, para conocer el famoso Centro Niemeyer que fue inaugurado este mismo año. Lo paradógico del caso es que se ha abierto y cerrado en un tiempo récord, alegando como causa principal la crisis económica, o al menos eso dicen los gobernantes que ahora han tomado esa decisión, y que se les presenta como perfecta excusa para seguir llenándose los bolsillos sin remordimientos.

El Centro Niemeyer es un centro cultural que surgió como un soplo de aire fresco para la ciudad de Avilés. El proyecto es el único que ha realizado en Europa el reputado arquitecto brasileño Oscar Niemeyer, y gracias a él se ha rehabilitado la degradada ría de Avilés. Al mismo tiempo ha puesto a dicha ciudad en el mapa, lástima que casi no haya dado tiempo a conocerlo, y se hayan borrado de un plumazo las ilusiones de los asturianos, en lo que a turismo y oportunidades se refiere.

Se abrió al público esta misma primavera, poco antes de las elecciones autonómicas. Resulta curioso, y quizás sea solo una mera casualidad, pero el centro se ha cerrado escasas semanas después de la elecciones generales, por discrepancias relativas a la gestión del mismo. Dicen que es un cierre temporal, pero como para creer a nadie a estas alturas de la película.

La verdad es que tuvimos mucha suerte de poder verlo en sus últimos días de vida, y comprobar la grandeza de la arquitectura contemporánea. Una enorme plaza abierta al mundo, una cúpula blanca como sala de exposiciones, un auditorio que se convierte en escenario abierto ideal para conciertos, así como un excepcional mirador que hacía las veces de coctelería. Todo eso es el Centro Niemeyer, y disfrutar de una mañana recorriéndolo, descubriéndolo y disfrutándolo ha sido un privilegio para mí, puesto que ya no está disponible para que todo el mundo pueda hacerlo. Una verdadera pena.
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Ya sólo me queda reivindicar desde este pequeño rincón que se replanteen semejante decisión, y el Centro Niemeyer abra sus puertas de nuevo en un futuro cercano. Sería un auténtico crimen dejar morir un sitio así...

7 comentarios:

Anónimo dijo...

La verdad es que, que pasen estas cosas es algo incomprensible. Pero bueno, politiqueos aparte, es lo que dices, al menos has sido uno de los afortunados en verlo.

Ayla dijo...

En los tiempos que vivimos derrochar el dinero en poner en funcionamiento algo que luego "no es viable", o "es costoso" o cualquier excusa más es atentar contra el respeto de las personas que se parten el alma trabajando cada día en lo que surje para simplemente llevar un plato de comida a casa.
¿Cuándo empezarán los de arriba a apretarse ellos el cinturón?
Indignante.

Pio dijo...

No fastidies!! esta leyendo sobre el tema y me parece tan mal que se cierre un centro cultural y encima construido por gran arquitecto, luego dicen que vamos mal, es increíble.
Suerte que tuviste de verlo

Luna Méndez dijo...

La verdad es que la construcción en sí me da un poco igual, pero que lo cierren bien se puede definir como "j*dienda"!
Porque molaban las cosas que hacían! Ahí vi yo a Kevin Spacey estrenando Margin Call!

Yopopoliiiiiiiiiiiiin!!

Yopopolin dijo...

Luna, me olvidaba que a ti como asturiana te tocaba de cerca... estan (estais?) indignados con los de FORO eh... Me quedo con una frase de un anonimo, recogida en el Niemeyer, que me marcó: "Los de FORO sois lo peor, ojala infarteis" jajaja. que radicales!! :)

bueno, al menos tu tambien tuviste la suerte de conocerlo, y con Kevin Spacey de por medio!!!!

Luna Méndez dijo...

"ojala infarteis" suena tan asturiano que me hace morir de amor.

A veces me explota el esófago del gusto cuando escucho asturiano a bocajarro. Qué gran lengua la de mi pueblo.

Y después de este momento de exaltación de lo propio...

Supongo que en algún momento el Niemeyer volverá, o al menos esa esperanza tengo.

Gracias por pasarte, Yopopolinin!

Atlántida dijo...

Pues sí, menuda falta de previsión y ¡maldita crisis! no para de arrastrar cosa tras cosa, pero bueno como hoy es un día especial le daremos un poco de cabida a la esperanza.

¡Feliz Navidad!