21 de marzo de 2012

En la ribeira do Douro

¡Ya he vuelto de mi pequeño viaje a Oporto! En realidad ya llevo varios días en España, pero el poco tiempo disponible y las obligaciones no me han permitido actualizar antes. ¡Qué decir de la maravillosa Oporto! ¿Con el adjetivo 'maravillosa' os queda claro? :) Me ha encantado la ciudad y el buen ambiente existente en la segunda ciudad de Portugal, pero creo que tras mucho meditarlo, para mí se convierte en la primera, de momento.

Decidimos ir a Oporto por lo barato que era, tanto el viaje como el alojamiento, nos salió tirado de precio, pero luego nos ha parecido un destino inolvidable. Cuenta con la decadencia que ya considero típica de Portugal. Esa milimetrada dejadez en construcciones y fachadas, que le da un encanto excepcional a cada rincón de Oporto. La he bautizado como 'la ciudad de casitas de colores que se reflejan en el río Douro'. Es un poco largo, pero la primera foto que adjunto confirma que la definición es acertada. Son las casitas de la Ribeira do Douro, un paseo a orillas del río con el mejor ambiente de bares y restaurantes de la ciudad, muy buena variedad gastronómica y buen precio. Un día pudimos cenar en uno de estos restaurantes, con las mejores vistas de la ciudad. En la segunda foto podréis ver lo cerca que estábamos del puente y del río. Simplemente impresionante.

En la ciudad de Oporto no hay muchos monumentos o puntos de interés para el turista. Al menos no hay tantos como en Lisboa, ciudad con la que yo lo comparaba a cada momento, aunque no tienen nada que ver en realidad. Podemos visitar el centro más señorial y elegante de la ciudad, que es la Avenida dos Aliados. También es interesante visitar las múltiples iglesias que surgen en cada esquina, la mayoría de ellas con hermosos azulejos de color azul, uno de los símbolos del país. A destacar la Torre de los clérigos, desde cuyo punto más alto se divisa toda la ciudad, un increíble mosaico de tejados naranjas con el Duero como única disonancia. Por último, la librería Lello e Irmao es una visita imperdible en Oporto, con su impresionante escalera roja. Es el lugar dónde se rodaron algunas de las escenas de Harry Potter, y para mí es la librería más hermosa que he visto en mi vida.


A otro lado del río Duero esta Vilanova de Gaia, otro municipio pero la misma ciudad. En esta parte están las afamadas bodegas del vino Oporto. Desde este lado se obtienen también las mejores fotografías de toda la Ribeira do Douro. Están aquí las embarcaciones que transportaban antiguamente el vino de una orilla a otra, y que ahora permanecen ancladas perennemente en este lado del Duero, mejorando si cabe la instantánea de la ciudad. Nosotros pudimos subir al mirador de la Sierra del Pilar, que no está muy lejos, y la panorámica es espectacular!

Además nos dió tiempo a acercarnos a Guimaraes, considerada la cuna del país, y que casualmente es la 'Ciudad europea de la cultura 2012'. Es una pequeña ciudad medieval que está a unos 50Km de Oporto, a la que se puede ir cómodamente en tren. Tiene un castillo muy bien conservado, cuya visita es gratuita, y está considerado como una de las maravillas actuales de Portugal. También pudimos subir en teleférico hasta la Montaña da Penha, desde donde se tienen las mejores vistas de Guimaraes, y existe un hermoso parque natural dónde perderse y disfrutar.

 No nos quedaba mucho tiempo para pasear por esta hermosa ciudad, que más que para visitar está pensada para disfrutar. Por eso decidimos acercarnos a Foz do Douro, la desembocadura de tan conocido río. Allí pusimos el broche de oro al viaje, paseando por la playa, sintiendo el fuerte oleaje del Atlántico en nuestra piel, y contemplando uno de los más hermosos atardeceres de nuestras vidas. Así acabó la visita a Oporto. El sol de Portugal se fue, pero volverá a brillar en otro destino, en otro viaje que espero sea tan excepcional como éste.

9 de marzo de 2012

Días viajeros en Oporto

Lo de mi diario de viaje del otro día no era casual. Quería hacerlo sí o sí, porque verdaderamente se juntaba con otro viaje, uno inesperado que surgió hace pocos días de la nada. Una visita fugaz a Oporto. Tres días en los que empaparme de una de esas decadentes ciudades portuguesas que tanto encanto tienen. Tres días de marzo cualquiera, que desde ahora se convierten en mis días viajeros del año.

Hoy 9 de marzo pongo rumbo a Oporto. Hoy 9 de marzo de 2012, me voy lleno de ilusión rumbo a Portugal, como me iba el mismo 9 de marzo de hace tres años a descubrir Berlín. Estaré tres días en Oporto, para volver el lunes 12 con las energías renovadas. Los mismos tres días en los que estaba disfrutando de París el año pasado. Definitivamente estos son mis días viajeros, y este año toca volver a Portugal... ¡ojalá se convierta en una tradición!

Esta vez sí, lo prometo, os contaré a mi regreso lo vivido, y con todo lujo de detalles. Mientras, os dejo con una impresionante vista de uno de los símbolos de Oporto. :)


6 de marzo de 2012

Inolvidable ruta por el norte de Italia

Ya hace más de cuatro meses que tuve la oportunidad de descubrir el norte de Italia, como ya os había dicho aquí, la mayor parte de lo que me quedaba por conocer de tan magnífico país. Pues bien, como dicen que más vale tarde que nunca, y como a este paso se van a juntar mis aventuras por Italia con el próximo viaje, hoy me he decidido a resumir en cuatro pinceladas las maravillas de cada una de las ciudades que visité. Podría formar parte de una nueva sección de Yopo guía turístico! xD

Milán:

Primer lugar de destino. Una ciudad muy contaminada, es cierto, se nota en cada calle y casi en cada bocanada de aire, pero al mismo tiempo una ciudad muy sorprendente. En cada rincón descubrías algo llamativo, preciosos parques, señoriales casas, monumentos desconocidos que merecían ser fotografiados. Y llegamos a la joya de la corona, su Duomo que aparece fotografiado a la izquierda. Sin lugar a dudas es la catedral más bella que han podido ver mis ojos. Para mí mucho más bonita que la de Notre Dame, más imponente y espectacular, aunque cada una tiene su estilo. Pudimos subir al tejado, y ver de cerca las gárgolas de la catedral, los miles de pináculos y esculturas que no dejan indiferente a nadie, es sencillamente impresionante. Las galerías de Vittorio Emmanuelle son un regalo para la vista, con mosaicos en el suelo y tiendas de lujo que te transportan al Milán más esplendoroso. El teatro de la Scalla o el Castillo de Sforcesco hacen de Milán una ciudad muy completa para el turista.

Lago di Como:

A escasos kilómetros de Milán se encuentra el conocido Lago di Como. Frecuentado por estrellas Hollywoodenses, el Lago di Como es un remanso de paz y tranquilidad, con hermosas casitas encaramadas a los lados de la montaña. Estuvimos en la ciudad de Como, pequeña pero acogedora. Luego tomamos un barco que nos dio un paseo por el lago, hasta el pueblo de Bellagio, uno de los más típicos de la zona, con casas de cuento y calles empedradas que nos transportan al pasado, hermosísimo! Terminamos la visita en Varenna, el pueblecito que aparece en la foto, un lugar con mucho encanto en el que degusté las mejores pizzas de todo este viaje a Italia!

Turín:

Turín fue una de las ciudades que más me gustó. Torino, que así es como la llaman los italianos, es una ciudad elegante y majestuosa, una ciudad típicamente italiana en sus construcciones, pero con todo el encanto imperial. El Palacio de Madama es uno de los referentes, con su fachada barroca en contraste con su parte de atrás medieval. El Palacio Real, o el Borgo Medievale hacen de Turín una visita excepcional para el turista. Pero sin duda, el símbolo de Turín es la Mole Antonelliana que os dejo a la izquierda, silueta inconfundible en el skyline de  la ciudad, con permiso de los Alpes, que se presentan majestuosos a escasos metros de la ciudad.

Génova:

La ciudad de Génova fue todo un descubrimiento. Tiene el encanto de la Italia más tradicional, y un punto decadente que la hace más especial si cabe. En Génova destaca el Puerto antiguo, en el que Renzo Piano, célebre genovés, proyectó Il Bigo, una maravilla de la arquitectura contemporánea que alberga una plaza cubierta y un ascensor panorámico. Otros monumentos llamativos son el Duomo o la casa natal de Cristóbal Colón. Pero sin duda, uno de los rincones más especiales es el pequeño pueblo de pescadores de 'Boccadesse' que veis a la derecha, con una pequeña playa de guijarros que se abre paso entre las callejuelas de un humilde barrio de casas rojas y amarillas. Un lugar de ensueño con vistas al mediterráneo, dónde vivimos uno de los momentos más agradables del viaje.

Venecia:

Como ya os había dicho, Venecia era un reto. Pude conocerla hace unos cuantos años, y redescubrirla ahora fue todo un acierto. No obstante, no acabo de encontrarle la majestuosidad que muchos dicen que tiene. Me parece una ciudad mágica, diferente y acogedora, eso desde luego. Esta vez pude ver la zona de Rialto con calma, darme varios paseos por el Gran canal, y disfrutar mejor de San Marcos y el imponente campanile. Dedicamos mucho tiempo a callejear y a perdernos (nunca mejor dicho) entre sus casitas desconchadas y sus cientos de puentes.

Bolonia:

La ciudad roja supuso la visita más fugaz de todo el viaje. Tampoco tiene muchas cosas que ver, simplemente disfrutar de un agradable paseo por esta peculiar ciudad medieval. No nos fuimos sin probar la decliciosa mortadella y la salsa boloñesa, que en realidad allí se llama al ragú! A destacar la Piazza Maggiore, con la increíble fuente de Neptuno, así como el Palacio Re Enzo, y la gigantesca basílica de San Petronio, que hacen del centro de la ciudad una especie de viaje al pasado. También están muy cerca las torres medievales Asinella y Garisenda, la primera de ellas visitable. Subiendo más de 500 escalones se accede a lo más alto de la torre, desde donde se divisa la hermosura de la ciudad roja.

Hasta aqui el viaje. Eso fue todo lo que dio de sí el norte de Italia. Creo que Italia, después de España, es el país que mejor conozco... y siempre queda algo que ver en tan histórico país. Espero que sirvan de algo mis recomendaciones y recorridos a los que vayan a viajar. Y por supuesto, nos vemos en el próximo destino, más pronto que tarde! ;)