La España convulsa en la que nos encontramos ha vivido este mes de junio acontecimientos históricos, de esos que contaremos a nuestros nietos, de los que quedan marcados a fuego en la memoria, porque siempre recordarás donde estabas en ese momento y con quién. El rey Juan Carlos I abdica y deja paso a Felipe, que desde hoy reinará como Felipe VI. Lástima que no se hayan atrevido a preguntar a los ciudadanos si seguimos queriendo un rey como cabeza del estado o se prefiere una república. Una pena que no hayan querido arriesgarse a consultarlo, porque seguramente hubieran salido reforzados como monarquía, pero por si acaso prefieren seguir dando la espalda al pueblo y coronar al nuevo rey con mucha gente en contra. Es una realidad.
Personalmente hubiese querido un referéndum, porque así es como deberían ser las cosas, porque el pueblo debería decidir en esto también. Pero por otro lado, en esa supuesta consulta tal vez me hubiese decantado por dar mi apoyo a Felipe VI, por aquello de 'más vale lo malo conocido', porque además lo considero preparado, y porque a diferencia de muchos de los que nos gobiernan, (me remito a los 'It's very dificult todo esto' y los 'relaxing cup'), Felipe da una buena imagen de España allá donde va.
Tal vez más adelante sea mucho peor, tal vez la gente llegue a estar tan harta de todo esto que si se hace una consulta se exija un cambio más profundo que también se lleve por delante a Felipón. Allá ellos pues. Quizás lo paguen caro con el paso de los años, quizás no. Pero hubiera sido bonito vivir este momento histórico con un referéndum que para muchos de nosotros sería el primero, una oportunidad de decidir más allá de la pantomima de fiesta de la democracia a la que nos convocan cada cuatro años.
La abdicación de Juan Carlos I no es la única, puesto que la selección española de fútbol también ha dejado de ser la reina del mundo. El reinado de la mejor generación de la historia del fútbol, la única capaz de ganar, Eurocopa, Mundial y Eurocopa consecutivamente, llega a su fin. Este día teníamos que vivirlo tarde o temprano, la pena es que haya sido así, de forma tan humillante y desastrosa. No obstante, ha sido un buen momento para hacerlo, ya que las críticas se verán eclipsadas en el día de hoy por Felipe VI. En el Mundial de Brasil 2014 no ha salido absolutamente nada, no parecía España. A pesar de todo, considero que para nada son tan pésimos como nos han mostrado en esta competición, era como una especie de conjura maldita, una sucesión de fallos tontos que han hecho que nuestros rivales parezcan mejores de lo que en realidad son. Aunque sí, es obvio que nos han avasallado. Pese a ello, tenemos que quedarnos con lo bueno, con estos seis años de gloria que comenzaron en el 2008, con los campeonatos ganados y con los inolvidables momentos que hemos vivido todos con el deporte rey. Nunca mejor dicho.
Dos abdicaciones diferentes, pero necesarias. Dos finales que al mismo tiempo son dos comienzos agridulces. Dos días históricos sucesivos que marcan este junio de 2014. Y aquí seguimos para vivirlo, y para contarlo. :)